Mallorca es algo más que playas y mar color turquesa. Las pequeñas ciudades y pueblos de la isla están llenos de vida, de historias por descubrir. Ya sean las sombreadas callejuelas de Valldemossa o el bullicio de las plazas de Palma, cada lugar tiene su propio ritmo.
Recuerdo una tarde en Sóller en la que el viejo tranvía recorría los naranjales y la gente se detenía un momento. Momentos como éste son los que caracterizan a Mallorca: lugares que tienen su propio ritmo e historias que yacen latentes en la vida cotidiana.
Nuestros guías urbanos le llevarán de viaje por estos lugares especiales, fuera de los caminos trillados, hasta el corazón de la auténtica Mallorca.
Palma de Mallorca es algo más que una capital: es el corazón palpitante de la isla. Desde la imponente catedral de La Seu hasta las callejuelas escondidas del casco antiguo, Palma combina historia, modernidad y la auténtica vida de Mallorca
Colònia de Sant Jordi - antaño un tranquilo pueblo pesquero y centro del comercio de la sal, hoy una popular localidad costera con playas de ensueño como Es Trenc y muy cerca del Parque Nacional de Cabrera. Un lugar que se ha transformado sin perder su alma.
Cala Rajada ha pasado de ser un tranquilo pueblo pesquero a convertirse en un animado destino de vacaciones. Con hermosas playas, un encantador puerto y una excitante vida nocturna, el pueblo ofrece una mezcla de tradición y modernidad - un punto de atracción tanto para los amantes del sol como para los noctámbulos.
Descubra cómo Cala d'Or, el pueblo blanco de la costa de Mallorca, fue creado por el arquitecto Josep Costa Ferrer. De pueblo de pescadores a elegante refugio, ha conservado su encanto a pesar del turismo: sencillo y lujoso al mismo tiempo, un verdadero consejo para iniciados.