Artà - sólo el nombre evoca imágenes de pintorescas callejuelas, muros de piedra bañados por el sol y la belleza virgen de la Serres de Llevant. El tiempo parece avanzar un poco más despacio aquí, en el noreste de Mallorca, y eso es exactamente lo que hace que este lugar sea tan especial. Al pasear por las calles empedradas, rodeado de historia, enseguida se da cuenta de que Artà no es sólo un pueblo, sino un trozo vivo del pasado.
Un lugar que respira historia
Sabrá que ha llegado a un lugar especial en cuanto alcance el Santuari de Sant Salvador en la colina. Esta impresionante iglesia de peregrinación vigila Artà como si abrazara el pueblo y su historia. Los 180 escalones que conducen al santuario están bordeados de cipreses, y cada paso le acerca a la vista panorámica, que merece absolutamente la pena subir. Desde aquí arriba, puede ver toda la ciudad y los alrededores Colinas y bahías a la vista - el momento perfecto para respirar hondo y disfrutar de la paz y la tranquilidad.
Artà - Donde el tiempo pasa más despacio
¿Se ha preguntado alguna vez cómo sería ir de vacaciones a un lugar que tiene su raíces medievales ¿nunca lo ha olvidado? Entonces que Artà y respire hondo. El tiempo parece haberse detenido aquí, pero de la forma más agradable. No hay calles agitadas, ni ruido. En su lugar, encontrará un ritmo relajadoque se dedica a siglos de historia la ciudad. Mientras pasea por la viejos callejones pasear y disfrutar del casas tradicionales de arenisca pronto se dará cuenta: Artà es el lugar perfecto para desconectar. Tómese su tiempo en uno de los pequeños cafés y disfrute de la sensación de escapar por un momento de la vida cotidiana.
La vida entre la tradición y la modernidad
En Artà, todo parece un poco más genuino. Casas tradicionales con sus características contraventanas verdes caracterizan las estrechas y empedradas calles del casco antiguo y confieren al lugar una atmósfera intemporal. La ciudad irradia con su antiguo Casas de piedra arenisca La ciudad tiene un encanto sin agitación que parece no haber sido tocado por el paso del tiempo. Muchos de los edificios tienen arquitectura original y se integran armoniosamente en el paisaje montañoso del noreste de Mallorca. Especialmente los pequeños Terrazas en el tejado ofrecen una vista pintoresca de la iglesia de peregrinación Sant Salvador y la naturaleza circundante. Los alrededores de Artà, con sus amplios campos y colinas onduladas, le invitan a experimentar la vida sencilla de los región rural un lugar donde el pasado y el presente conviven en perfecta armonía.
Naturaleza en estado puro - justo a la puerta
Pero espere, no sólo la ciudad tiene su encanto. En cuanto salga de Artà, el impresionante paisaje del Península de Llevant. El Colinas y playas de esta región son tan vírgenes que casi se olvida lo turística que puede llegar a ser Mallorca. El Cala Mesquida y Cala Agulla se encuentran entre las playas más bellas de la isla, y una excursión de un día al Ermita de Betlem ofrece a los excursionistas una maravillosa oportunidad de experimentar la naturaleza en todo su esplendor.
Tesoros culinarios y veladas tranquilas
Y cuando el día toca a su fin, Artà no es el lugar para las noches de fiesta ruidosa, sino más bien para veladas acogedoras. Disfrute de Tapas y un vaso Vino mallorquínmientras el sol desaparece lentamente tras las montañas. Un lugar donde cuentan las cosas sencillas de la vida: una buena comida, un paseo por las callejuelas al atardecer, quizás un pequeño desvío a uno de los cafés tradicionales.
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