Lionel Messi, el astro argentino del fútbol, no sólo es una leyenda sobre el terreno de juego, sino también un actor importante en el negocio de los yates de lujo en los océanos del mundo. Su pasión por el mar le ha llevado a invertir en una flota de catamaranes de alta calidad del grupo francés Catana, cada uno de los cuales cuesta 1,7 millones de euros. Tres de estos magníficos catamaranes Bali 5.4, buques insignia del astillero, pueden admirarse actualmente en la feria náutica del puerto deportivo de Palma.
Estos yates son verdaderas obras maestras de la arquitectura naval, con 126 metros cuadrados de espacio útil, seis camarotes y otros tantos cuartos de baño, además de un espacioso salón y un solárium que no dejan nada que desear. La icónica silueta de Messi aparece estampada en las velas negras en una pose de júbilo, una marca instantáneamente reconocible para los aficionados de todo el mundo.
Curiosamente, esta pequeña pero fina flota no es sólo para el placer privado de la estrella, sino que también forma parte de su empresa de chárter MIM Ocean. En ella, los huéspedes adinerados pueden alquilar los yates y disfrutar de lujosas excursiones por el Mediterráneo por unos 29.000 euros a la semana. Fuera de temporada, los barcos descansan en su puerto base de Port Ginesta, Barcelona.
La implicación de Messi en el sector turístico no se limita al mar. Desde 2017, cuando adquirió su primer hotel, ha ampliado su Majestic Hotel Group a seis hoteles. Sus empresas ilustran cómo el campeón del mundo de 2022 está transformando hábilmente su éxito deportivo en una importante cartera de negocios.
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