La continua escasez de viviendas en Mallorca ha dado lugar a soluciones habitacionales poco convencionales, como demuestra un caso reciente cerca de la Playa de Palma. Allí se descubrió un campamento temporal con más de 60 casas móviles en los terrenos de una finca, informa isla Magazine, citando a www.mallorcadiario.com. Los residentes, entre los que hay españoles y muy probablemente también alemanes, viven en una zona gris legal, cuya legalidad está investigando ahora el ayuntamiento.
Esta situación ha llamado la atención, especialmente desde que la ciudad de Palma anunció recientemente que tomaría medidas más duras contra los campistas de larga duración. Según la nueva normativa, las caravanas situadas fuera de los campings legales no podrán permanecer en el mismo lugar más de diez días, con posibles multas de entre 750 y 1.500 euros por infracción.
El llamado camping "Can Pollo" ocupa una superficie de casi 50.000 metros cuadrados y, al parecer, también se anuncia en Internet como lugar para vivir. Los inquilinos pagan unos 300 euros al mes al propietario del camping, una cantidad que es significativamente inferior al coste de un piso pequeño. Según los informes, la comunidad de campistas existe desde hace aproximadamente una década.
La decisión de vivir en esta finca refleja la drástica situación de la vivienda en la isla, donde es difícil encontrar viviendas asequibles. Las viviendas móviles son una alternativa económicamente accesible para muchos, pero su futuro es incierto debido a las nuevas normativas municipales y a las revisiones en curso.
El Ayuntamiento de Palma y la policía local han iniciado una investigación para determinar si el campamento opera legalmente o no. El resultado de estas investigaciones podría tener consecuencias de gran alcance para los campistas y para las prácticas de subarriendo en Mallorca.
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