A pesar de las condiciones meteorológicas tormentosas en la Playa de El Molinar de Palma, el humor de la cantante pop alemana Tanja Lasch no se ve empañado. Desafía al tiempo con brío, una sonrisa radiante y ropa ligera de verano, una imagen de buen humor y ligereza.
Tanja Lasch no es sólo una voz conocida en los escenarios de Alemania, sino también una nueva residente de la soleada isla de Mallorca. En una entrevista con la revista isla, comparte sus nuevas impresiones y sus planes para el futuro. "El camión de mudanzas acaba de salir. Ya me siento muy bien", afirma entusiasmada, visiblemente emocionada por su nuevo hogar.
La cantante, que llena grandes salas en Alemania, Austria y Suiza y cuyas canciones inspiran a millones de personas, ve Mallorca como algo más que un retiro. Quiere echar raíces aquí, inspirada por la belleza paisajística y la vitalidad cultural de la isla. Su decisión de trasladarse a Mallorca se vio acelerada espontáneamente por una oferta de trabajo para su pareja de muchos años, Reik, destinado en Palma como piloto de Ryanair.
La artista de 48 años planea continuar su labor creativa desde la isla, apoyada por la tecnología punta que le permite componer y producir desde cualquier lugar. "Todo lo que necesito es mi portátil y mi micrófono", explica, al tiempo que se mantiene activa en la escena musical de la región DACH.
Tanja y Reik han optado por un piso espacioso con vistas al mar, y la proximidad al aeropuerto ofrece las condiciones ideales para el trabajo de Reik y las necesidades de Tanja en cuanto a viajes. A pesar del nuevo entorno y de los cambios, la pareja mantiene su residencia principal en Berlín para poder desplazarse con flexibilidad entre los dos mundos.
Tanja ya se ha metido a la isla en el corazón. "Simplemente nos encanta Mallorca", dice con ojos brillantes. Su apego a España está profundamente arraigado; pasó muchas vacaciones en la Costa Blanca cuando era niña. Estas primeras experiencias siguen caracterizando hoy su afinidad por la cultura y el estilo de vida españoles.
Además de adaptarse a su nueva vida en Mallorca, Tanja ya está planeando dejar su huella musical en la isla. Las conversaciones con organizadores y restauradores locales sugieren que no pasará mucho tiempo antes de que su voz también pueda escucharse aquí. Pero hasta entonces, está disfrutando de la tranquilidad y de un entorno inspirador: "Nos estamos tomando nuestro tiempo y esperamos con impaciencia todo lo que está por venir", dice Tanja Lasch, la isleña que ha venido para quedarse.
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