Graffiti - para algunos una forma moderna de expresión Arte callejeroPara otros, se trata simplemente de vandalismo. En Palma de Mallorca, este debate es acalorado desde hace años. Las pintorescas fachadas del casco antiguo, testimonio de la historia y la cultura, están cada vez más cubiertas de placas y murales. Pero, ¿quién está detrás de estas coloridas pero indeseadas obras de arte? ¿Y cómo intenta la ciudad atajar este problema?
Turistas grafiteros y reincidentes: un problema creciente
No sólo los artistas locales se inmortalizan en las paredes de Palma. En los últimos años, el fenómeno de "Turistas de graffiti" Fumigadores que viajan a Mallorca desde la península o incluso desde otras partes de Europa para llevar a cabo su trabajo. Estos "turistas" suelen planificar sus viajes meticulosamente, sabiendo exactamente qué lugares remotos o edificios abandonados de Palma y sus alrededores son especialmente adecuados para dejar sus obras de arte intactas.
Un agente de la policía local de Sant Ferran, que desea permanecer en el anonimato, explica: "Nuestras unidades en la calle son esenciales. Intentan atrapar a los autores in fraganti, pero los rociadores son cada vez más sofisticados". Lo que resulta especialmente preocupante es que cada vez más jóvenes entran en la competición por las superficies vírgenes, y rompen las reglas no escritas que antes se aplicaban en la escena.
Internet como escenario del crimen: cómo contribuyen las redes sociales a la caza de los fumigadores
Un factor importante en la lucha contra los graffiti es Internet. Muchos grafiteros no pueden resistir el ansia de reconocimiento y publican fotos de su trabajo en Instagram y otras plataformas. Este rastro virtual facilita a la policía la identificación de los autores. "Vigilamos sus páginas, pero no establecemos contacto directo para no llamar la atención", afirma el agente.
Las etiquetas, que a menudo consisten en seudónimos cortos o números, son las firmas de los rociadores. No sólo sirven para identificarlos, sino también para labrarse una reputación dentro de la escena. "Algunos quieren hacer graffitis elaborados y de gran tamaño que consideran arte. A otros sólo les interesa dejar un rastro de caos", continúa el policía.
Sanciones y desafíos: Cómo aborda la ciudad las pintadas
Las sanciones por vandalismo con pintadas en Palma son variadas, pero a menudo no lo suficientemente disuasorias. Multas oscilan entre 100 y 600 euros, pero pueden elevarse hasta 3.000 euros si se dañan edificios protegidos. No obstante, siempre hay casos en los que los autores no pueden ser llevados ante la justicia por falta de pruebas. "Es frustrante cuando redactamos un largo informe y el fiscal abandona el caso por falta de pruebas directas", dice el funcionario.
Sin embargo, también hay éxitos: recientemente, un grafitero que había dañado el tren histórico de Sóller fue condenado a una fuerte multa. Este tipo de sentencias envían una fuerte señal a la escena del graffiti de que Palma protege consecuentemente sus bienes culturales.
Nuevas tendencias: de los pinceles a los adhesivos
La escena del graffiti desarrolla constantemente nuevas técnicas para difundir sus obras. Mientras que en el pasado era principalmente Latas de spray Cada vez son más los que recurren a las brochas anchas para pintar grandes superficies de forma más rápida y eficaz. Algunos incluso llegan a pintar sus obras de arte en papel por adelantado y luego las pegan en las paredes. Estos nuevos métodos plantean retos adicionales a la policía, ya que tiene aún menos oportunidades de atrapar a los autores in fraganti.
El papel de los ciudadanos: lo que cada uno puede hacer
La ciudad de Palma tiene previsto instalar cámaras en lugares sensibles como la muralla para proteger esta parte del patrimonio cultural. Pero la lucha contra las pintadas también es un Deber cívico. "A menudo se tardan horas en crear pintadas. Si ve algo sospechoso, no dude en llamar al 092, 091 o 112", apela el policía a los habitantes de la ciudad.
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