Las obras de remodelación del Club de Mar, uno de los puertos deportivos más conocidos de Mallorca, avanzan rápidamente y el edificio principal ya está terminado. José Luis Arrom, director y miembro del consejo de administración del club, confirmó que las obras de ampliación finalizarán según lo previsto en el último trimestre del año. Este ambicioso proyecto, a caballo entre el Paseo Marítimo y las terminales de cruceros, se posicionará como el puerto deportivo "más moderno y sostenible del Mediterráneo", según Arrom.
El coste total de la remodelación asciende a 60 millones de euros. El Club de Mar no es sólo una instalación para yates, sino que también proporcionará un eje público que unirá el Paseo Marítimo con otras partes de la zona portuaria una vez que esté terminado. Además, se creará un enlace diagonal que representará un nuevo punto de acceso a la ciudad.
El interés por los nuevos locales comerciales es enorme: ya se han recibido unas 300 solicitudes, entre tiendas de recuerdos, joyerías, perfumerías y supermercados. Destaca especialmente la gran demanda de espacio para restauración. Cinco solicitudes de gran calibre para el futuro restaurante prometen momentos culinarios estelares, entre ellos chefs de renombre y conocidos grupos de restauración nacionales e internacionales.
Los amplios trabajos de reconversión no sólo incluyen la renovación de las estructuras existentes, sino también la construcción de dos aparcamientos con un total de 97 plazas. Esto mejorará significativamente la situación del aparcamiento en la zona y ofrecerá a los visitantes una comodidad adicional.
La autoridad portuaria dio luz verde al proyecto de modernización en octubre de 2017, que también incluye una ampliación del periodo de concesión hasta 2044. Durante los próximos años, el Club de Mar pagará cánones por un total de 250 millones de euros, lo que convierte el proyecto en uno de los más importantes de ocio náutico en España.
El Club de Mar Mallorca está a punto de completar un proceso de transformación largamente esperado que no sólo convertirá el puerto en un puerto deportivo de última generación, sino que también enriquecerá la vida cultural y social de Palma de Mallorca.
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