Mallorca, la isla que para mucha gente sólo significa sol, playa y sangría, tiene mucho más que ofrecer - si se mira con detenimiento. National Geographic también lo pensó y se centró en los lugares que, según dicen, conforman el verdadero encanto de la isla. De Palma a Pollença, de la Serra de Tramuntana a Sa Calobra - la lista parece un himno a la belleza de Mallorca. Pero, ¿es realmente suficiente para captar el alma de la isla?
Palma: La vieja dama con nuevo esplendor
Se dice que la capital, Palma, es el corazón de la isla. Con su catedral La Seu, que se eleva sobre la bahía como un majestuoso barco, y las estrechas calles que conducen a boutiques y cafés de moda, personifica el acto de equilibrio entre tradición y modernidad. Gaudí y Barceló han dejado aquí su huella, como si Palma quisiera decir a los visitantes: "¡Mira qué diversa soy!". Pero tras el esplendor se esconde la presión del turismo. ¿Puede Palma realmente seguir respirando bajo el peso de tantos visitantes?
Valldemossa: Un pueblo sacado de un libro ilustrado
George Sand y Frédéric Chopin pasaron aquí un invierno tormentoso, tanto literaria como emocionalmente. Valldemossa, con sus sinuosas callejuelas y la famosa Cartuja, parece hecha para las postales. Pero si realmente quiere conocer el pueblo, debería aventurarse en una de las pequeñas panaderías y probar una "coca de patata". Dulce, esponjosa y espolvoreada con azúcar glas, es el epítome de lo acogedor mallorquín.
La Serra de Tramuntana: indómita y llena de historias
Un lugar declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO que hace las delicias de senderistas y ciclistas por igual. Pero la Serra de Tramuntana es algo más que un conjunto de rutas de senderismo. El GR-221, también conocido como la "ruta de la pared de piedra seca", conduce a través de paisajes que cuentan historias de duro trabajo y profundo respeto por la naturaleza. Y sin embargo: la soledad que una vez caracterizó a estas montañas es a menudo difícil de encontrar hoy en día.
Sa Calobra: belleza con gancho
El camino a Sa Calobra no es para pusilánimes y, sin embargo, todo el mundo se siente atraído hacia allí. ¿Por qué? Porque el Torrent de Pareis, con sus dramáticos acantilados y sus aguas cristalinas, es una maravilla natural que hay que ver. Una recomendación es el festival anual de música "Concert de Sa Calobra". Pero aquí también queda la pregunta: ¿puede un lugar tan bello sobrevivir al embate de las multitudes?
Sóller y Alcúdia: dos caras de una misma isla
Sóller, con su nostálgico tranvía, tiene algo mágico. Las influencias francesas en su arquitectura y cultura le dan un sabor cosmopolita que resulta encantador y discreto. Alcúdia, por su parte, le transporta atrás en el tiempo. Rodeada de murallas y salpicada de casas señoriales, este lugar nos habla de una época en la que la elegancia y la funcionalidad iban de la mano. Pero detrás de las fachadas, uno se pregunta: ¿se puede conservar realmente el alma de estos lugares?
Pollença: ¿El pueblo más bonito de Mallorca?
National Geographic ha nombrado a Pollença el pueblo más bonito de la isla. Y sí, es difícil no estar de acuerdo. La escalinata del Calvari, los mercados de los domingos y las encantadoras callejuelas - Pollença tiene esa magia difícil de expresar con palabras. Pero como ocurre con todas las cosas bellas, la preocupación persiste: ¿cambiarán las multitudes de visitantes este lugar?
isla Consejo de lectura:
0 comentarios