Parece el guión de un thriller policíaco, pero en Mallorca es una realidad brutal: clanes mafiosos internacionales y astutas redes están haciendo de la isla de ensueño su presa. Con los alquileres vacacionales ilegales, que hace tiempo que llamaron la atención de las autoridades, el dinero fluye a diario a unas arcas que difícilmente verán un número de identificación fiscal. ¿La factura? La pagan los mallorquines. Mientras el gobierno intenta poner coto a las redes con multas millonarias y redadas periódicas, la situación de la vivienda para los isleños sigue siendo volátil. Porque lo que algunos alquilan a los turistas a precios máximos ya no es asequible para otros.
Pisos de vacaciones ocultos: Donde florece la economía sumergida
Antaño fueron los pisos del casco antiguo y las fincas escondidas en las montañas los que hicieron de la vida en Mallorca lo que es - hoy, muchos de ellos forman parte de un mercado secreto. Lujosas, con encanto y, por supuesto, alquiladas ilegalmente a turistas. Año tras año, la demanda crece - y año tras año, el espacio vital para los lugareños se hace más escaso y más caro. Es una carrera que los mallorquines difícilmente pueden ganar: La atracción de los veraneantes que quieren hacerse con una porción del estilo de vida mallorquín hace que los precios suban cada vez más. Detrás de las fachadas mediterráneas a menudo hay algo más que un estilo vacacional, sino un sistema que escapa al control de la administración de la isla.
Las autoridades están tomando medidas enérgicas, pero ¿son suficientes?
Lo que queda son medidas estrictas, controles y multas elevadas. Los que alquilan sin licencia se enfrentan a multas millonarias, y ciudades como Palma y Port d'Andratx están especialmente vigiladas. Pero la red está muy tupida y las autoridades libran una batalla que requiere mucha paciencia. El consejo insular está decidido a seguir actuando contra los alquileres ilegales. Pero, ¿cuánto se puede avanzar cuando la isla está rodeada de un mercado tenebroso como una tela de araña?
Por qué todo esto también afecta a los veraneantes
Los visitantes de Mallorca rara vez piensan en el hecho de que cada metro cuadrado alquilado ilegalmente pone su casa aún más fuera del alcance de muchos mallorquines. La economía sumergida garantiza que los precios de las propiedades sigan subiendo y que los alquileres permanentes disminuyan. ¿El efecto? La vivienda se está convirtiendo en una rareza y los precios se disparan hasta cotas vertiginosas. La vida cotidiana se está volviendo más difícil para los mallorquines, la vida social está cambiando y la cara de la isla no permanece igual. El precio del paraíso es alto - y aumenta con cada piso alquilado ilegalmente.
Un paraíso que se defiende
Mallorca sigue siendo una isla en un acto de equilibrio: tiene que cultivar el turismo y al mismo tiempo luchar contra sus inconvenientes. La vivienda es cada vez más escasa y los lugareños se preguntan cada vez más si su hogar seguirá siendo lo que era. Las autoridades tienen claro que la lucha contra la red de alquileres ilegales debe continuar. Queda por ver si el paraíso de Mallorca puede recuperar el espacio - en cualquier caso, la batalla por cada metro cuadrado no ha hecho más que empezar.
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