¿Quién no ha experimentado esto? Reserva un vuelo barato a Mallorca y, de repente, la selección de asiento le cuesta un suplemento, tiene que pagar por el equipaje de mano y, si le imprimen el billete en el mostrador, prácticamente le hacen pagar. Ahora, el Ministerio español de Protección de los Consumidores ha pedido cuentas a cinco compañías aéreas, entre ellas Ryanair y Vueling: una multa de 179 millones de euros pretende acabar con las prácticas dudosas.
Grito de guerra desde Madrid
Las sanciones afectan a las compañías aéreas que vuelan regularmente a Mallorca. Ryanair se ha visto especialmente afectada: la aerolínea irlandesa de bajo coste tiene que pagar 107 millones de euros. La razón: los notorios cargos adicionales por el equipaje de mano y los horrendos precios por la impresión de billetes. Pero Vueling (39 millones de euros), Easyjet (29 millones de euros), Norwegian (1,6 millones de euros) y Volotea (1,2 millones de euros) también recibieron su parte.
El ministerio acusó a las compañías aéreas de no respetar las normas: Modelos de precios no transparentes, costes adicionales por los asientos junto a los niños y tasas por equipaje que suponen una desagradable sorpresa para muchos clientes.
Objeción inútil
Las compañías aéreas ya habían intentado impugnar una multa anterior de 150 millones de euros en mayo, sin éxito. Su única opción ahora es recurrir ante la Audiencia Nacional. Pero incluso allí, las cosas podrían ponerse difíciles: Las organizaciones de protección de los consumidores quieren que las compañías aéreas cambien inmediatamente sus prácticas de cobro. Una espina clavada en el costado de la industria, que, según la asociación ALA, se queja de "ataques al libre mercado".
¿Un precedente para Europa?
España es el único país de la UE que quiere prohibir explícitamente estas tasas. Los críticos ven en ello una desventaja competitiva. Pero desde el punto de vista del cliente, esto podría establecer una nueva norma: Volar sin costes ocultos. "Ya es hora de que las compañías aéreas vuelvan a centrarse en los clientes en lugar de en las cajas registradoras", comentó un experto del sector.
¿Qué significa esto para los veraneantes en Mallorca?
Cualquiera que desee volar a la soleada isla podría beneficiarse de ello en el futuro si se mantiene el reglamento. Ryanair y compañía no tendrán más remedio que replantearse su política de precios. Queda por ver si esto hará que los precios de los billetes sean más transparentes - o simplemente más caros al final. Una cosa es segura: el debate sobre las tarifas aéreas justas no se acallará en España.
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