Mallorca tiene un problema, y no son sólo las playas abarrotadas o los centros turísticos. No, radica en los torrentes en desuso y a menudo olvidados que corren como venas por la isla. Tras las trágicas inundaciones de Valencia, en las que perdieron la vida más de 200 personas, el gobierno balear se dio cuenta por fin de que era urgente actuar. Y para ser sinceros, ya era hora.
Las venas de agua olvidadas y sus consecuencias
El Torrent Grosque una vez fue un río vivo, ahora es a menudo sólo un hilillo perezoso que ve más cemento que agua. Sin embargo, tiene el potencial de precipitarse sobre la isla como una fuerza de la naturaleza durante las lluvias extremas - y con fuerza destructiva. Sin embargo, el problema no radica sólo en el agua que fluye por los torrentes, sino también en las superficies selladas que los rodean. Mallorca ha construido en las últimas décadas, a menudo demasiado y demasiado cerca de estas vías fluviales naturales. Por ello, las inundaciones son casi inevitables.
Más dinero, más verde - ¿pero es suficiente?
El gobierno balear ha anunciado que el Las inversiones en torrentes se duplicarán. Renaturalización es la palabra mágica: los canales de hormigón deben desaparecer, la plantación de riberas naturales con arbustos y árboles debe frenar el agua, y los cauces anchos podrían ayudar a reducir el riesgo de inundaciones. El Torrent Gros, que se extiende desde Esporles hasta Marratxí, es un foco de atención particular. Aquí podrían crearse corredores verdes que no sólo absorbieran el agua, sino que también beneficiaran a los residentes locales.
Un ejemplo para copiar
Ya hay un pequeño rayo de esperanza en Marratxí: se ha renaturalizado un tramo del Torrent Gros. Piedras y arbustos han sustituido al hormigón, un carril bici invita a pasear y el lecho del río puede absorber más agua cuando llueve. Sin embargo, estas medidas han sido hasta ahora la excepción. Muchos otros torrentes siguen siendo canales de desagüe o simplemente han sido olvidados.
La tragedia de Valencia como llamada de atención
Las inundaciones de Valencia han demostrado lo que puede ocurrir cuando se ignora a la naturaleza. En pocas horas, las calles se convirtieron en ríos embravecidos, las casas se inundaron y la gente perdió la vida. Una llamada de atención para Mallorca: "Tenemos que actuar antes de que nosotros mismos nos convirtamos en un titular", afirma un portavoz del gobierno. Pero la cuestión sigue siendo si las medidas previstas pueden aplicarse con la suficiente rapidez - y si son suficientes.
Prohibiciones de construir y visiones verdes
Otro punto de discusión: ¿no debería haber finalmente Prohibición de construir en llanuras aluviales ¿dar? Esta pregunta está provocando acalorados debates en el Parlamento balear. Mientras los ecologistas presionan para crear normas claras, los inversores ven amenazados sus proyectos. Sin embargo, es precisamente ahí donde podría estar la solución: menos sellado, más espacio para el agua, más espacio para la naturaleza.
¿Un modelo para el futuro?
Si se aplican de forma coherente, los planes del gobierno no sólo podrían hacer que Mallorca fuera más segura, sino también servir de ejemplo para otras islas mediterráneas. Después de todo, hay muchos torrentes - y todos albergan el potencial de convertirse de amenazas en salvavidas verdes. Es de esperar que la tragedia de Valencia proporcione el impulso necesario para que las cosas se pongan por fin en marcha.
0 comentarios